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Vermús con dosis de descaro
Para que un vino adquiera un sabor exquisito es fundamental cuidar su proceso de elaboración. Este debe ser escrupuloso y tiene que ir acompañado de precisión y tacto. También es aconsejable que una dosis de descaro no se separe del vino hasta que este sea degustado por el comensal. Precisamente este nombre, ‘Descaro’, es el elegido por ‘Bodegas Nodus’ para bautizar a los vermús que ofrece. Sus vermús transmiten alegría, diversión y, cómo no, descaro.
Su variedad original posee un color rojo cereza intenso y ha sido elaborado con la preciada uva Bobal tan característica de las tierras valencianas. Este vermú tinto se denomina ‘Descaro Bobal’ y proyecta un olor a hierbas mediterráneas, especias y sensaciones cítricas ya que fusiona el clavo, cardamomo y coriando con la sensacional uva Bobal. Su gusto fresco con un final cítrico de naranja acompañado de un ligero toque amargo le valieron para llevarse 90 puntos en la Guía Peñín hace dos años.
El ‘Descaro’ botánico es su variedad blanca y está compuesto por naranja, pomelo, cardamomo, y almendra amarga. La frescura y suavidad que consigue transmitir este vermú blanco también le otorgó 90 puntos en la Guía Peñín en el año 2019. Para desgustar todos los matices que aportan ambas bebidas conviene servirlos bien acompañados y en las condiciones adecuadas. Este ‘perfect serve’ puede realizarse de muchas maneras ya que el vermú es una bebida muy arraigada a nivel cultural. Un aspecto indispensable es que se sirva frío.
Añadir dos cubitos de hielo es también una condición innegociable mientras que colocar una aceituna o una cáscara de naranja en la copa puede ayudarnos a rozar la perfección y a impresionar a nuestros familiares o invitados. Sin embargo, tampoco es recomendable añadir elementos que desconozcamos cómo pueden alterar el sabor del vermú ya que podemos estropear su descaro, que es su cualidad predominante.